sábado, 26 de septiembre de 2009

Rafaella Carrá

Raffaella Carrá es el seudonimo de Raffaella Roberta Pelloni (n. Bolonia, 18 de junio de 1943) es una famosa cantante, bailarina, actriz , presentadora y autora de programas de televisión.

Es conocida en Europa y América, principalmente en su país natal Italia, España y Latinoamérica, donde ha presentado exitosamente numerosos programas de TV, la mayoría de ellos en la cadena italiana RAI y en la española TVE.

Es una de las figuras más importantes y amadas del espectáculo italiano. Es reconocida en su país como: «La Diva italiana» , «La Señora del espectáculo italiano» ,«La reina de la televisión » y «La más amada por los italianos».

Nacida en el seno de una familia de clase media, Raffaella comenzó su incursión en el mundo del arte casi por accidente en un viaje con su madre a Roma. Fue entonces cuando, a través de un amigo de la familia, un director la eligió por su simpatía para un pequeño papel en la película Tormento del passato a los 9 años. Posteriormente y de regreso a Bolonia, Raffaella se inscribe a los 15 años en el Instituto de Cinematografía y prosigue con su educación y formación como bailarina.

Finalmente, tras pequeños y medianos papeles en más de una quincena de películas italianas, Raffaella pega el salto que daría comienzo a su carrera. En 1965 la italiana viaja a los Estados Unidos donde aparecerá en su primer película hollywoodense. Habiendo firmado un contrato con la 20th Century Fox y siguiendo los pasos de sus coterraneas Gina Lollobrigida, Sofía Loren y Virna Lisi, la Carrá apareció en la película El coronel Von Ryan de 1965 junto a Frank Sinatra, Edward Mulhare y Trevor Howard.

Aunque pronto Hollywood notó su presencia y Raffaella prosiguió con su carrera apareciendo en otras películas, la vida que llevaba en Los Ángeles no era lo que esperaba y regresó a Italia.
A su retorno a Europa, vinieron más películas italianas, francesas y hasta una coproducción alemana con el genial actor cómico Lando Buzzanca. Destaca la película I compagni de Mario Monicelli.

Parecía que Raffaella estaba encontrando su lugar entre las luminarias del cine, pero lo más grandioso de su carrera aún estaba por llegar. Corrían los últimos años de la década del sesenta cuando el mundo cambiaba radicalmente su forma de ver y hacer arte. Y Raffaella sería pronto parte de eso.
Fascinada por la opulencia del Lido de París y deslumbrada por los nuevos conceptos que llegaban de la mano de musicales como Hair, Raffaella volvió a Italia con la cabeza llena de nuevas ideas. Así, al recibir el ofrecimiento de participar en el programa del francés Nino Ferrer, la Carrá acepta con la condición de poder usar tres minutos de aire para hacer lo que quisiera. Así, con desenfado y una gracia única, Raffaella rompe con el esquema de la cantante o bailarina estática y formal. Se mueve, sacude la cabeza en un modo nunca visto (y que luego será su sello, junto con su inconfundible melena) y es un éxito inmediato.


De esta forma, los ejecutivos de la RAI no dudan en proponerla como la anfitriona del programa estrella de la televisión italiana junto a Corrado. Canzonissima 1970 será el programa que termina por afianzarla como una estrella en Italia y es entonces cuando Raffaella comienza a explotar también su faceta de cantante. Invitada por los directores del canal, pero «casi jugando» como diría ella años más tarde, graba la sintonía del programa. Y el éxito y el escándalo no se hacen esperar. Ma che musica Maestro es un éxito pegadizo que rápidamente llega al número uno del Hit Parade italiano vendiendo miles de copias del sencillo, pero es el vestuario de Raffaella lo que causó más conmoción en el público italiano. Había algo que jamás se había mostrado en la televisión pública de la península itálica: el ombligo. Y la joven intérprete, con un atuendo que hoy parece más inocente que trasgresor, logró hasta la censura del mismísimo Papa cuando al poco tiempo y generando más polémica aún, lanza el famosísimo Tuca Tuca.

Una vez afianzada su carrera con el éxito de Canzoníssima (al que sigue la edición de 1971) la ahora famosa cantante sale de gira por toda Italia con los éxitos que ya comenzaban a sonar en las discos. Pero tras casi un año recorriendo el país, Raffaella vuelve a la televisión más atareada que nunca. Canzoníssima 74 ya no contará con la conducción de Corrado, sino que será sólo la responsabilidad de Raffaella. Y es un éxito. Tanto así que ese mismo año presenta junto la cantante Mina el espectacular Milleluci.
Ahora, si bien el éxito había golpeado las puertas de Raffaella Carrà y ella se había asegurado de demostrar que no era sólo algo pasajero, la ambiciosa cantante, bailarina y conductora quería demostrar que quería y podía lograr más. Con varios éxitos en su país natal, la Carrà empieza a soñar con otros horizontes.
España quedaba tan sólo a un paso, y su primera aparición en el programa Señoras y Señores en 1975 demostró ser el comienzo de un romance duradero. Encantados por la misma frescura que había llevado a su país natal, los españoles no tardaron en enamorarse de «la bomba italiana», y el primer álbum de Raffaella (con una recopilación de lo mejor que había editado en Italia) invadió los oídos de los españoles en pocas semanas. El disco incluía además algunas versiones cantadas en español.
Fue entonces, cuando -sin precedentes- los ejecutivos de TVE le ofrecieron hacer un especial. La Hora de Raffaella Carrà fue un experimento exitoso y una vez más la cantante italiana cimentaba su éxito en el país vecino.
Pero como todos los europeos, Raffaella quería conquistar América. Y aunque su llegada se hizo esperar hasta 1979, ya en 1976 el éxito con sus discos y sus programas enlatados era un hecho. Pero lejos de los actuales medios de alcance global (los satélites e Internet), hacia finales de los años 70 alcanzar el éxito internacional casi obligaba la presencia física. Y así fue cuando en 1979 Raffaella llegó por primera vez a América. Argentina, Chile, Uruguay, Perú, Bolivia, Venezuela, México, Ecuador, y casi cada rincón de habla hispana en el continente sucumbieron al encanto de la estrella italiana. En ese tiempo asistió al programa Sábados gigantes, los estadios y teatros se colmaban de gente, y la histeria de los fans era tal que la Carrà debía ir con varios guardaespaldas a cualquier lugar que fuera. Y así, entre especiales para la televisión, conciertos, presentaciones siguió recorriendo cada país, inclusive filmando una película en 1979.
El ritmo alegre y desinhibido de sus temas marcó una época para la música disco de principios de los ochenta en el mundo de habla hispana e italiana. Entre sus temas más famosos destacan Fiesta, En el amor todo es empezar, ¡Qué dolor!, Rumore y Caliente, caliente. También tuvo un gran éxito con el tema Tuca Tuca, escrito por su compañero sentimental y colaborador de muchos años, Gianni Boncompagni. Estableció también una larga relación con Sergio Japino.

El éxito de la cantante italiana en los países de latinoamérica era tan fabuloso, y su persona merecedora de una atención tan especial del público, que comienza a trabajar en un ambicioso proyecto que la llevaría también a la pantalla grande y en español. La película Bárbara se estrenó el 12 de julio de 1980 en Argentina, tras dos meses de filmación en la capital porteña. Coloridos cuadros musicales con gran despliegue de escenografía y vestuario eran el marco perfecto para la historia de amor de una joven cantante italiana y el príncipe de un país ficticio, interpretado por Jorge Martínez. El elenco se completaba entre otros por Irma Córdoba, Manuel Tenuta y la comiquísima Edda Díaz.

También llegaría en 1980 la idea de una co-producción entre varias cadenas de TV filmada en cinco capitales del mundo. Así cada compañía produciría un especial y sería co-propietario de los otros cuatro. Ciudad de México, Moscú, Roma, Buenos Aires y Londres fueron las cinco ciudades elegidas y sus calles y lugares más significativos fueron mostrados entre cuadro y cuadro, articulado con las actuaciones de invitados de cada lugar que le daba un sentido más autóctono a cada especial.
Después, Raffaella (que había dejado la CBS como sello discográfico) empieza a bajar el ritmo que llevaba, haciendo durante 1981 y 1982 sus últimos espectáculos en América Latina visitando Chile, donde participó en el Festival de Viña del Mar llevándose todos los premios y el título de La reina del festival de ese año.
Durante 1983 y 1984 la Carrà retoma su carrera en Italia con discos y nuevos programas de televisión. Los ejecutivos de la RAI, con la inventiva del gurú mediático Gianni Bomcompagni (ex pareja de Raffaella), encomiendan a ella lo que será una revolución en la televisión a nivel global.
Durante la década de los años 1980 la Carrà siguió presentando varios programas en la RAI y Canale 5. Especialmente popular fue Pronto, Raffaella (1983-1985) en la televisión pública italiana, que tuvo su versión en España (¡Hola Raffaella!) en los años noventa.

A principios de los años 90 Raffaella se traslada a España, y entre 1992 y 1994 recupera la fama de la que había disfrutado quince años antes, presentando en TVE ¡Hola Raffaella!, una emisión semanal a la que luego se agregaría A las 8 con Raffaella (1993) como un magazine diario.
Posteriormente es fichada por Telecinco para conducir En casa con Raffaella (1995), una vez que finalizó su contrato con TVE. La popularidad obtenida la convierte en acreedora del Premio TP de Oro de 1993 a la Mejor Presentadora. En 1997 TVE la «rescata» para que conduzca las campanadas de fin de año junto a Ramón García, tras la baja de última hora de Ana Obregón. Luego volvió a Italia para presentar Carramba, che sorpresa (1998-2003).


A partir de 2000, Raffaella Carrà continúa haciendo apariciones en la televisión de países latinoamericanos, además de presentar diversos programas de televisión en su país natal y en España.
A finales de 2004, Raffaella es la encargada de presentar el telemaratón "Contigo" para la TVE, que tenía como objetivo apadrinar a un gran número de niños del Tercer Mundo.
Volvió a aparecer de nuevo en España en diciembre de 2006 en la gala de celebración de los 50 años de TVE, grabada el 25 de noviembre y emitida el 7 de diciembre.


La artista italiana fue la encargada de presentar la gala Salvemos Eurovisión que ofreció Televisión Española el 8 de marzo de 2008, y que sirvió para que los espectadores eligiesen cantante para Eurovisión 2008. Además, presentó otras dos galas especiales sobre este festival.
Actualmente se encuentra en Italia conduciendo la cuarta edición de su exitoso programa Carràmba Che Fortuna el cual estará en emisión hasta principios del 2009.
Fuente: Wikipedia
Guillermo Reyna Allan

domingo, 20 de septiembre de 2009

Hoy...Leonardo Favio

Fuad Jorge Jury llegó al mundo el 28 de mayo de 1938, en la localidad de Luján de Cuyo, de la Provincia de Mendoza. Nació en un barrio pobre y complicado, donde soportó el abandono de su padre. Pasó gran parte de su infancia internado; conflictivo, siempre escapó o se le expulsó. Una serie de robos pequeños le llevó incluso a la reclusión carcelaria. Estudió un tiempo como seminarista y más tarde intentó en la Marina: duró poco y se marchó con el mismo uniforme con el que sirvió a pedir limosnas en Retiro. Su madre, escritora de radioteatros, solía conseguirle "bolos" (pequeños papeles escasamente remunerados) en Mendoza; etapa en la que además comenzó a preparar sus primeros libretos.

En el cine

Se marchó a Buenos Aires. Trabajó de extra en la película El Ángel de España (1958), del cineasta peruano Enrique Carreras, y posteriormente —bajo el padrinazgo de Leopoldo Torre Nilsson, Babsy— comenzó su carrera de actor participando en filmaciones como El Secuestrador (1958) y Fin de Fiesta (1960), entre otras. Su dote de director nació con el cortometraje El Amigo (1960), contando ya con una obra a cuestas, pero inconclusa —El señor Fernández (1958).
Favio logró —además de éxito en la crítica— varios premios, tanto nacionales como internacionales. Reconocido como director de culto, fue parte de la segunda gama de directores que renovó el cine argentino. Entre los cabecillas de este nuevo cine en los ‘60 estaba su buen amigo Torre Nilsson y Fernando Ayala.

En 1965 estrenó su opera prima Crónica de un niño solo, producida por Luis Destéfano, aunque quien le aprobó el guión fue Torre Nilsson, quién no se ánimo a producirla.
En 1967 realizó El romance del Aniceto y la Francisca..., con Federico Luppi, Elsa Daniel y María Vaner. A menudo es mencionada como la mejor película argentina de todos los tiempos.
En 1969 Favio estrenó El Dependiente, basado en un cuento de su hermano y coguionista Zuhair Jury —también director, autor e intérprete—. La película fue catalogada por el entonces Instituto Nacional de Cinematografía (hoy Instituto Nacional de Cine y Artes Visuales-INCAA) de "exhibición no obligatoria", significando la supresión del apoyo oficial argentino hacia el filme.
Fue entonces cuando Favio, quizá motivado por las trabas económicas que el cine le estaba significando, decidió lanzarse sorpresivamente al canto profesional, cosechando un éxito que le permitió en numerosas oportunidades solventar gran parte de sus películas.

Exito y fama
De pequeño Favio aprendió a tocar guitarra, intercambiando clases por trabajo. Antes del reconocimiento solo cantó en reuniones íntimas, entre amigos y familiares. Su debut como cantante le llevó a la Botica del Ángel, a manos de Eduardo Bergara Leumann. Ese mismo día un ejecutivo de la CBS le propuso grabar un disco, resultando el primer sencillo de Favio Quiero la Libertad, un gran fracaso. La productora entonces le aconsejó grabar Fuiste mía un verano y O quizás simplemente le regale una rosa; íconos de su primer álbum, también titulado Fuiste mía un verano (1968). El disco resultó emblemático, constituyendo el más clásico de sus repertorios. Tras su participación en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, en Chile, Leonardo consolidó su fama internacional.
El éxito sofocó un poco a Favio. De una vida más bien tranquila como director, pasó a un mundo mediático, lleno de fanáticos y conciertos continuados; tanto le atochó la fama que llegó a encerrarse durante meses en su departamento. Luego de grabar su segundo álbum – Leonardo Favio (1969)- y en pleno apogeo de su éxito como cantante, dejó los escenarios para dedicarse por completo a su película Juan Moreira (1973). Nazareno Cruz y el lobo (1975, sobre el radioteatro de Juan Carlos Chiappe) consolidó a Favio como director, siendo esta la película más vista en la historia del cine argentino. En 1976, realizó Soñar, Soñar, con Gianfranco Pagliaro y Carlos Monzón y, tras el golpe militar, se fue al exilio.



Fuente: Wikipedia
Guillermo Reyna Allan





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domingo, 13 de septiembre de 2009

Roberto Carlos



Corría el año 1965 cuando su familia se traslada desde su lugar de residencia habitual a Meteroi. Allí quien luego será el astro indiscutido de su tierra y de gran parte del mundo, inicia sus estudios secundarios. Era un alumno aplicado, buen camarada y querido por todos sus compañeros y profesores. Los únicos tropiezos que sufrieron sus estudios fueron algunas rabonas (ausencias de clases) que en cierto modo tenían justificación por ejemplo en este caso: como era bastante conocido entre el estudiantado, a veces se organizaban algunas serenatas, o reuniones, donde el nuevo astro no podía faltar, ya que en primer lugar le gustaba y se sentía obligado a concurrir y cantar. Allí era ruidosamente aplaudido, cosa que también le agradaba y en el interior le daba fuerzas para el anhelo que llevaba en su interior: triunfar en lo que lo apasionaba.

ROBERTO CARLOS no quería continuar ninguna otra carrera que no sea la de cantante. Estudiaba simplemente para no contrariar a sus progenitores, pero sabía sobradamente que nunca llegaría a nada con los libros. Tenía algo así como una obsesión por el canto. En las noches, cuando todos los demás dormían, él cantaba bajito, para si mismo, sintiendo que algo en su interior le decía que sería un ídolo, que llegaría a ocupar un lugar importante dentro de las fronteras de su Patria. Sólo faltaba esperar un poco, tener paciencia, no provocar algo que debería llegar solo, sin apurarlo, en suma esperar que sus condiciones madurasen.

ROBERTO CARLOS, ya no podía esperar más y se presenta en TV. Río, en el programa "Csianka" que tenía gran audiencia y era conducido por un gran profesional de apellido GARCIA, él creyó desde el primer momento en el joven valor de la canción a quien se le notaba que quería triunfar.Esta presentación en la pantalla, aunque un tanto precaria, ya que no tenía el lujo ornamental de otras, a veces necesarias para el realce del espectáculo. De todas maneras Roberto Carlos ganó esta primera batalla, el público conoció su arte y gustó de él. Poco después entrando por la puerta grande, hizo su debut en TV. Tupi, llevado por Carlos Imperial, quien teniendo mucha fe en el cantante, lo presentó a discos C.B.S. Columbia. En una sencilla ceremonia cumplida luego firma el contrato que lo vincula a la grabadora a la que pertenece hasta estos días.

ROBERTO CARLOS ya en el sendero de éxitos que la vida le tiene señalado, graba su primer disco larga duración. Es una pequeña temporada que lo tiene ocupado intensamente. El cantante no quiere desperdiciar la oportunidad que se le presenta y pone en la empresa todos sus afanes. Elige cuidadosamente las composiciones para grabar; ensaya día y noche, conversa con los músicos buscando hasta los más mínimos detalles y entonces recién deja impresa en la pasta su voz, la misma que luego acariciará a multitudes. Ese mensaje joven en un idioma nuevo dentro de la temática moderna. En suma, ROBERTO CARLOS era algo distinto.Otra cosa. Un cantante nuevo con relevante personalidad y composiciones que salían del común denominador de lo conocido. Se evadía de lo estrictamente clásico; rompía con todo lo que hasta allí significaba un éxito, porque él simplemente lo sentía así y lo concretaba...El primer Long Play lanza su nombre dentro del mundo discográfico con el tema "Loco por Usted" y con otros varios que alcanzan mucha repercusión popular y exaltan de la noche a la mañana el nombre de ROBERTO CARLOS. Por entonces en las sucesivas audiciones había logrado congregar a su alrededor a un numeroso público juvenil incondicional y que lo seguía a todas partes.

Luego de este primer lanzamiento discográfico le siguen otros dos Long Plays, que llevan por título "ROBERTO CARLOS" y que incluyen temas de gran significación popular como: "Pare a contramano", "Es prohibido fumar", "Rosa Rosita" "El cachivache", "Quiero que se vaya todo al infierno", Quiero casarme contigo", "La chica del gorro"; "Prendan al ladrón" y muchas más. En 1968, defiende en el festival de San Remo la canción de Sergio Endrigo, "Canción para ti", la que interpreta en Italiano y se convierte en un suceso mundial, ROBERTO CARLOS BRAGA, es sin duda el cantante Sudamericano de mayor impacto a nivel mundial.


Fuente: rc60.vtrbandaancha.net

Guillermo Reyna Allan



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sábado, 5 de septiembre de 2009

A MIS AMIGOS


Hola, Guillermo...

Al hilo de la nostalgia que me ha producido la lectura de tus apuntes en torno a todas esas figuras del pop y del rock, me dejo llevar por el impulso de ponerte estas palabras.

Me recreo con frecuencia en la nostalgia y disfruto de todo aquello que me traiga resonancias de un tiempo trepidante de ritmos y canciones. Tus páginas me han traído una emoción que quiero transmitirte, nada más finalizar su lectura en ese registro que tiene todo aquello que alguna vez nos hizo vibrar con intensidad irrepetible.

Te doy la enhorabuena por los contenidos que vuelcas de todos aquellos grupos y cantantes y te animo a que sigas en ese trayecto.

Recibe este afectuoso saludo,
Jorge

Hola...Jorge.

¡Que placer... y que "mimo" haber recibido un mail tan elogioso..!!
Lo publico asi, de esta manera, porque sintetiza el pensamiento y el sentimiento de muchos a los que, amistosamente, llamo "cuevíferos".

Te mando un abrazo grande y, en vos, a todos los que gozamos de "la mejor música del mundo".

Un abrazo... Guillermo

DOMENICO MODUGNO

Domenico Modugno nació en la ciudad italiana de Polignano a Mare, Bari, el 9 de enero de 1928 y falleció en Lampedusa, el 6 de agosto de 1994). Fue un cantante y actor italiano muy famoso y apreciado en la Italia de la segunda posguerra.
Desde muy joven, Domenico quería ser actor. En 1951, después de terminar el servicio militar y gracias a una beca, accedió al Centro Experimental de Cinematografía de Roma, apareciendo más tarde en unas cuantas películas. Después de protagonizar Il mantello rosso (La capa roja), inició su carrera de cantante.
En la década de los 50 se hizo muy popular en los Estados Unidos. Se convirtió en uno de los protagonistas de la música melódica internacional cuando, con Nel blu dipinto di blu (más conocida como Volare), triunfó en el Festival de San Remo de 1958 junto a Johnny Dorelli. Con esta misma canción, participó también el Festival de la Canción de Eurovisión de ese mismo año, quedando en tercera posición (de diez). En 1960 se le acusó de plagiar la canción de un compositor de ópera, aunque se le declaró inocente.
Ganó tres veces más el Festival de San Remo con Piove (1959, nuevamente con Johny Dorelli), Addio, addio (1962, en compañía de Claudio Villa) y Dio, come ti amo (1966, juntamente con Gigliola Cinquetti). En Eurovisión volvió a participar en 1959 y 1966.
Actor teatral y cinematográfico, apareció en la comedia musical Rinaldo in campo (1961), de Garinei e Giovannini, y en Liolà, adaptación de la célebre ópera de Luigi Pirandello. En el cine interpretó Il giudizio universale de Vittorio De Sica, mientras que de 1973 a 1976 fue Mackie Messer en la Opera da tre soldi de Kurt Weill y Bertolt Brecht, dirigida por Giorgio Strehler. Pier Paolo Pasolini usó canciones de Modugno para la banda sonora de Pajaritos y pajarracos, una de sus películas fundamentales.
Artista conocidísimo y de gran presencia escénica, se recuerdan, entre otras canciones, La lontananza (La distancia es como el viento), Piove (Ciao, ciao bambina) (Llueve), Vecchio frack (Viejo frack), Resta cu' mme (Quédate Conmigo) (en idioma napolitano), Dio, come ti amo (Dios, cómo te amo), Piange il teléfono (Llora el teléfono / Le telephone pleure), Un calcio alla città (Un puntapié a la ciudad), Lu pisci spada (El pez espada) (en idioma siciliano) y Come hai fatto (Como has hecho). Domenico Modugno sufrió un ictus en 1984 y fue forzado a dejar la actividad artística. Se dedicó a la política y fue elegido parlamentario en la lista del Partido Radical Italiano de 1987 a 1992.
Entre algunos de sus reconocimientos post-morten, en el 50º Aniversario del Festival de Eurovisión, celebrado en 2005, se nombró a Volare como la mejor canción de la Historia del concurso tras Waterloo de ABBA. Además esta valoración venía a hacer "justicia" con el cero que Domenico obtuvo en el Festival de Eurovisión de 1966 con Dio come ti amo, con el cual se sintió profundamente dolido.




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